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Intentar CAMBIAR la IDENTIDAD
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Publicado en el Diario de Yucatán el 13 de marzo de 2025
Recuerda, si entendemos bien las cuatro facetas que integran la “identidad humana”, comprenderemos mejor qué es “sexualidad” y así encontraremos respuestas a algunas dudas y aclararemos confusiones al respecto, hoy ideologizadas.
Los cuatro principios que integran la faceta ontológica de nuestra identidad, mencionados la plática pasada: Identidad. No contradicción. Tercero excluso y Razón suficiente.
Estos principios no son creados ni inventados, sino que son un descubrimiento filosófico obtenido a través de reflexión y pensamiento lógico acerca de la existencia del “ser humano”, iniciada en el S. IV a.C por Aristóteles, y continuada por muchos otros filósofos, entre los que destacan: Tomás de Aquino, Kant, Heidegger, Descartes, Leibniz, Spinoza, para quienes los cuatro principios ontológicos, aparecen como componentes necesarios para exista lo que llamamos “ser humano”.
Pongamos un ejemplo, para que exista la sustancia que todos conocemos como agua, se requiere la presencia -necesaria- de dos átomos de hidrógeno y uno de oxigeno que se enlazan entre sí para formar agua; si modificamos esta fómula, aparecerá otra sustancia, pero no será agua el agua queutlizamos para beber.
De manera comparable, el ser humano para ser tal, requiere la presencia -necesaria- de los cuatro principios ontológicos formuldos por Aristóteles y, como él mismo declaró desde entonces, son la estructura de la primera faceta de nuestra “identidad” -la “ontológica”- y si modificamos esta fómula -con la pretensión absurda de crear otros principios o peor aún, de suprimir o ignorar todo principio ontológico- no sabríamos lo que resutaría de tal modificación; lo que sí podemos saber es que no pdría llamarse “ser humano”.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
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Faceta ONTOLÓGICA de nuestra IDENTIDAD
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Publicado en el Diario de Yucatán el 06 de marzo de 2025
Les recuerdo que estamos iniciando el camino para llegar al tema de “Sexualidad”.
Nuestro punto de partida es compreder bien qué es “Identidad”, ya que sin un concepto completo de ésta, todo lo que hablemos de “sexualidad”, corre el riesgo de ser confuso.
Después de la plática pasada me preguntaron que si tenemos cuatro “identidades”; la respuesta es un contudente “NO”.
La identidad ontológica, biológica, psicológica y cultural, son facetas de una sola y única “identidad”.
Tú, por ejemplo, no eres ontología o biología; o psicología o cultura, por separado; eres todo eso al mismo tiempo y conjugado de una manera maravillosa -en la llamada- “identidad humana”.
Respecto a la faceta “ontológica” de nuestra identidad, precisemos que la ontología es una rama de la filosofía que estudia la existencia y fundamento real de todo cuanto existe.
Tiene cuatro principios, originados y basados en la lógica de Aristóteles, a saber:
Principio de identidad: yo existo y soy idéntico mí mismo.
Principio de no-contradicción: no puedo existir y no existir al mismo tiempo.
Principio del tercero excluido: hay la posibilidad de que exista o la posibilidad de que no exista; no hay una tercera opción.
Principio de razón suficiente: si existo, es que hay razón suficiente para que exista.
Esta es la estructura de tu identidad ontológica, y mira, no tienes que ser filósofo para entenderla.
Estos cuatro principios los vives a diario con lo que llamamos, en leguaje coloquial: “sentido común” y que en psicología se llama “Salud Mental”.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
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Una IDENTIDAD cuatro FACETAS
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Publicado en el Diario de Yucatán el 27 de febrero de 2025
La “identidad humana” es uno de los conceptos más fascinantes y complejos, tanto de la filosofía como de la psicología; y sin duda, este concepto está en el fundamento de nuestro tema en cuestión: “sexualidad humana”.
Terminamos la plática anterior preguntándonos, ¿Cuál es la médula espinal de la identidad humana?
Digamos que, así como la médula espinal conecta el cerebro con todo el cuerpo y hace fluir la comunicación entre ambos, de manera similar, "la sexualidad” se conecta con las cuatro facetas de la “identidad” -y las define- es decir, establece los límites y los alcances de cada faceta y las interconecta entre sí, es decir, no puede desarrollarse una, sin el adecuado desarrollo de la otra, así como, el daño o trastorno de una, daña y trastorna las otras tres facetas. Con lo expuesto y explicado hasta aquí, podemos decir que la médula espinal de la identidad humana es la SEXUALIDAD.
Enlisto las cuatro facetas que integran la “identidad humana”:
Faceta ontológica, faceta biológica, faceta psicológica y faceta cultural.
Es necesario hacer tres precisiones:
- El concepto de “identidad humana” -entendido éste como “conocimiento de uno mismo”, ha sido objeto de análisis y reflexión por más de 27 siglos, por diferentes enfoques y corrientes filosóficas.
- La comprensión completa y precisa de lo que es la “identidad humana”, requiere una exploración detallada e interdiciplinar, a saber, filosofía (ontología y metafísica) antropología filosófica y psicología (social, humanista y cognitiva)
- Cada una de las facetas mencionadas, incluyen otras facetas (o identidades) que iremos platicando en su momento.
Lo anterior -en primera instancia- sugeriría que abordar la sexualidad e identidad humanas a través de ideologías o preferencias subjetivas no científicas, es irracional, temerario e, incluso, arriesgado.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
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¿Quién es la Persona Humana?
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Publicado en el Diario de Yucatán el 20 de febrero de 2025
La “madurez humana” está en crisis -digámoslo claramente- por la falta de hacer “filosofía” respecto a “quién es la persona humana”.
Hacer filosofía no es complicado como puede parecer.
Hacer filosofía es reflexionar y analizar a fondo realidades humanas con criterios universales y objetivos tomados de las ciencias naturales, sociales y formales; y no a través de ideologías o intereses de grupo, ya que lo que hace la ideología es “establecer preferencias”, no principios.
En estos tiempos difíciles y de tanta confusión, es necesario que reflexionemos y analicemos, por ejemplo, quién es la “persona humana”; cuál es su identidad; cuáles son sus características que la diferencian de otras criaturas; qué significa que una “persona” sea “madura”.
Comencemos diciendo que la persona humana es “única e irrepetible”; y esta realidad, no es un invento o una ocurrencia, sino un descubrimiento filosófico obtenido después de muchos siglos de reflexión y pensamiento lógico acerca del ser humano, iniciado por la antropología de Platón en el siglo IV A.C. y fraguado por la antropología filosófica alemana a principios del siglo XX. Hablamos pues, de un conocimiento sólido y un aprendizaje confiable.
Esa singularidad irrepetible de la “persona humana” se manifiesta externa y visiblemente a través de “su cuerpo” que es diferente al de otras criaturas.
Y éste, a su vez, tiene características de naturaleza biológica que diferencían -de manera clara e inconfundible- el “ser mujer” del “ser varón”; esto nos lleva a una pregunta clave: ¿Cuál es la médula espinal de la identidad humana?
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
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Impulsos, Emociones, Decisiones
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Posteado 07 de agosto 2024.
Publicado en el Diario de Yucatán el 19 de octubre 2023
Regálate un tiempo de calidad para platicar acerca de este recurso psicológico clave para gestionar emociones y tomar buenas decisiones se llama “manejo de impulsos,” que es la habilidad para mantener las emociones e impulsos bajo control.
Significa que tú decides cómo reaccionas, aun en situaciones difíciles, e incluso, del todo adversas; en otras palabras, "piensas, sientes y haces, lo que tú decides".
Manejar tus impulsos, te hará capaz de resistir o retardar el impulso y a decidir y reaccionar de manera inconsciente y tendrás ese espacio para pensar y tomar la mejor decisión posible en un momento dado.
Recuerda que tus impulsos son inconscientes, persistentes e intensos, y que pueden ser agresivos u hostiles y empujarte a tomar malas decisiones que provoquen conductas inadecuadas e, incluso irresponsables.
Si no aprendes a manejar la impulsividad, podría llegar a convertirse en un rasgo de tu personalidad, lo que te llevaría a reaccionar ante cualquier situación, de manera rápida, inesperada y, generalmente, desproporcionada.
“La impulsividad disfuncional” -predictora de la agresividad- es una condición psicológica y conductual por la cual la persona es incapaz de manejar y gestionar sus pensamientos, emociones y deseos, por lo que sus impulsos quedan a la deriva -sin rumbo- y a merced de las circunstancias externas, lo que provoca reacciones y decisiones perfiladas por el hedonismo y la superficialidad, sin tomar en cuenta las consecuencias de las conductas que suelen resultar -de alguna forma- agresivas.
Manejo de impulsos, gestión de emociones y toma de decisiones, son tres eslabones que debes mantener siempre unidos.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
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Una buena o mala decisión, es cuestión de milisegundos
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Posteado 24 de julio 2024.
Publicado en el Diario de Yucatán el 05 de octubre 2023
Regálate un tiempo de calidad para platicar -de la manera más clara posible- cuál es la anatomía del circuito fisiológico y neuroquímico donde se generan y procesan nuestras emociones y su relación con la toma de decisiones..
Gracias a las imágenes del cerebro realizadas en las tomografías, conocemos la anatomía del circuito neuronal y fisiológico de las emociones.
Sabemos que las emociones son reacciones a los estímulos que nos llegan del exterior (por nuestros sentidos) o del interior (de nuestros recuerdos), que se inician en nuestro sistema límbico, se mantienen en los ganglios basales, en el hipocampo y en el cerebelo.
Una vez que hemos interpretado toda esta información, el giro del cíngulo -o giro cingular- se encarga de establecer conexión entre el sistema límbico y el neocórtex, que es el responsable de funciones cognitivas superiores como, el pensamiento consciente, la memorización, la concentración, la autoreflexión, la resolución de problemas y la habilidad de escoger -decidir- el comportamiento adecuado y es de acción lenta para dar tiempo y espacio a la reflexión consciente y, podemos decir, que es el “aquí y el ahora” donde elegimos -decidimos- la conducta adecuada o nos dejamos llevar por la fuerza de pensamientos irracionales y emociones mal gestionadas.
Todo este circuito, inicia en una de las estructuras más importantes del sistema límbico -la amígdala cerebral- que genera o inicia este proceso emotivo en forma inmediata -300 milisegundos- y pongamos unos cientos más -de milisegundos- que es lo que le lleva al giro cingulado establecer conexión entre el sistema límbico y el neocórtex, como les he mencionado más arriba; esto nos habla del breve espacio de tiempo que nos puede llevar el tomar una buena o una mala decisión.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
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Tres Escenarios emocionantes y emocionales
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Posteado13 de junio 2024.
Publicado en el Diario de Yucatán el 28 de septiembre 2023
Echarle una mano a la Dopamina para que elimine -en el corto plazo- los pensamientos agresivos junto con sus emociones hostiles, significa activar nuestra “consciencia emocional”.
En nuestro cerebro, existe un “circuito fisiológico y neuroquímico” -el cual describiremos más adelante- donde se procesan y generan nuestras emociones.
Todas nuestras emociones -sin excepción- se generan en este circuito y pueden durar o perdurar activas -yo le llamo “vivas”- en tres escenarios distintos:
El primer escenario en el que nuestras emociones perduran por más tiempo “vivas”, es cuando en el proceso y generación de nuestras emociones, intervienen otros neurotransmisores -tales como la serotonina y las endorfinas- además de la dopamina que es el primer neurotransmisor que actúa en dicho proceso.
El segundo escenario es cuando nos dejamos llevar por algún pensamiento o creencia irracional e interpretamos la realidad de manera agresiva y hostil ensuciando las emociones y, una vez sucias, se vuelven más fuertes y difíciles de desechar y provocan malestares o conflictos.
El tercer escenario en donde nuestras emociones pueden perdurar “vivas” por periodos largos, es cuando participamos de manera consciente y directa en el proceso y generación de nuestras emociones a través de nuestra “conciencia emocional”.
Para estar conscientes de las emociones que experimentamos en un momento dado, es necesario percibirlas, darles nombre y verbalizarlas para entonces, poder decidir libremente -más allá de cualquier fuerza o intervención neuroquímica o tecnológica- cuál de ellas se queda y cuál se va.
Al realizar este proceso, signifca activar nuestra “conciencia emocional”.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
Si deseas saber más acerca de "cómo ACTIVAR tu conciencia emocional", contarme algo acerca de cualquier otro tema o AGENDAR una sesión con tu servidor, con toda confianza mándame un Whats haciendo CLIC AQUÍ o utiliza el "formulario de contacto" para enviar tu mensaje y a la brevedad me comunicaré personalmente contigo.
La endorfina genera un efecto de placer y bienestar
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Posteado 09 de mayo 2024.
Publicado en el Diario de Yucatán el 31 de agosto de 2023
Les presento algo más acerca del papel de los neurotransmisores en la “gestión de nuestras emociones”.
Específicamente, hay cuatro neurotransmisores que se les conoce como el “cuarteto del bienestar” y son la endorfina, la dopamina, la serotonina y la oxitocina.
Digamos algo acerca de las “endorfinas”.
Éstas generan un efecto de placer y bienestar; cuando por alguna razón el cerebro no las produce o su producción es deficiente, quedamos vulnerables a la depresión o al desequilibrio emocional.
Las endorfinas tienen la capacidad de aliviar el dolor con la misma fuerza y efectividad que la morfina, la heroína y la codeína, con la gran diferencia que no tienen los nefastos efectos secundarios de las drogas sobre el sistema nervioso.
Las zonas del cerebro donde se liberan las endorfinas que producen efectos anestésicos se encuentran en el encéfalo -que regula el pensamiento, la memoria y, precisamente, las emociones- y en el mesencéfalo que conecta el cerebelo con el cerebro.
La ciencia se muestra cautelosa de afirmar que ante la actividad física -y otras acciones- el cerebro produzca endorfinas; sin embargo, algunos estudios registraron aumento significativo de endorfinas, en personas que corrían en tiempos prolongados.
De dos cosas podemos estar seguros:
La primera es que mejoran el humor, retrasan el proceso de envejecimiento y fortalecen el sistema inmunitario.
Y la segunda, que nuestra conciencia y voluntad, deben estar claramente enfocadas en querer sentirnos bien y hacer lo que sea necesario para lograrlo, sobre todo en esos momentos en que nos sentimos más vulnerables a la ansiedad o a la depresión.
Por más poderosa que sea la “endorfina”, sola no puede.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
Si deseas saber más acerca del "papel de los 'NEUROTRANSMISORES' en la construcción de tus emociones", contarme algo acerca de cualquier otro tema o AGENDAR una sesión con tu servidor, con toda confianza mándame un Whats haciendo CLIC AQUÍ o utiliza el "formulario de contacto" para enviar tu mensaje y a la brevedad me comunicaré personalmente contigo.
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Eres el único responsable de tu estado de ánimo"
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Posteado 03 de mayo 2024.
Publicado en el Diario de Yucatán el 24 de agosto de 2023
Hemos visto que la teoría de la “visión clásica” define a las emociones como reacciones subjetivas a estímulos ambientales de naturaleza fisiológica, conductual y hormonal, que aparecen de manera repentina, por lo que aseguran que nuestras emociones están biológicamente determinadas.
Sin embargo, también vimos resultados de investigaciones neurocientíficas recientes, los cuales demuestran, por su parte, que las emociones son creadas por cada uno de nosotros -en cada momento que vivimos una experiencia- con nuestro propio y libre “consentimiento”; y en la medida de que tal consentimiento sea más “consciente y libre”, en esa misma medida, seremos responsables y dueños -constructores- de nuestras emociones y afectos y, por lo tanto, de nuestro "estado de ánimo", primera expresión de nuestro estado interno y de nuestro sentido de bienestar y felicidad.
Ahora bien, avancemos un poco más y digamos con seguridad y claridad que nuestro cerebro “construye nuestras emociones”, a partir de cinco ingredientes que, de una u otra forma, todos tenemos en nuestro estado interno, a saber:
2. Carácter.
3. Habilidad para afrontar conflictos.
4. Tolerancia a la frustración.
5. Manejo de impulsos.
Respecto a estos cinco ingredientes que el "cerebro" encuentra en su “alacena” y con los cuales "construye" nuestras emociones, es bueno hacer dos consideraciones:
1. La calidad de nuestras experiencias emocionales y estados de ánimo dependerán del nivel de desarrollo que tengan cada uno de esos cinco ingredientes.
2. Así mismo, el nivel de desarrollo de cada uno de estos ingredientes es fruto del "trabajo consciente y ibre” realizado en nuestro proceso de madurez.
El tomar en cuenta -y subrayar- que este proceso de “construcción” de nuestras experiencias emocionales y nuestros estados de ánimo que provocan, es de naturaleza consciente y libre, nos puede ayudar a darle a los “neurotransmisores” el lugar y la función que les corresponde en dicho proceso de “construcción”.
Y permítaseme, avisado lector, insistir en que -en la generalidad de los casos- si te sientes “bien y tranquilo”, es resultado de tus decisiones -y del esfuerzo que éstas conllevan- y no de alguna sustancia química u otro agente externo.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
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"Neurotransmisores y Emociones".
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Posteado 21 de marzo 2024.
Publicado en el Diario de Yucatán el 17 de agosto de 2023
Seguimos platicando acerca del proceso de “construcción” de nuestras emociones.
Y otro tema importante relacionado con este proceso, es el verdadero papel que juegan los “neurotransmisores” -originados en nuestro cerebro- en la construcción de nuestras emociones y cómo pueden intervenir en nuestro estado de ánimo.
“EFECTO ENDÓSEROX”.
Son pocas personas -por no decir ninguna- las que pueden alcanzar un sano sentido de “bienestar” y buenas relaciones interpersonales sin atender adecuadamente este poderoso efecto.
El ENDÓSEROX es originado por cuatro sustancias llamadas el “cuarteto del bienestar”, que nada tiene que ver con la 4T, (por si alguna persona o grupo pretende atribuirse tales facultades)
El cuarteto está integrado por la endorfina, la dopamina, la serotonina y la oxitocina que son sustancias químicas originadas en nuestro cerebro con diversas funciones y efectos saludables, pero cuando están en desequilibrio pueden ser detonante de enfermedades psiquiátricas como la esquizofrenia o provocar estados severos de ansiedad y depresión.
Iremos platicando -más adelante- algunas de las funciones y efectos de cada una de estas sustancias; veremos cómo “activarlas” conscientemente y cómo manejarlas para que sean nuestras “aliadas” en un proceso -responsable- de construcción de nuestras emociones.
Es importante que no le demos a los “neurotransmisores” ni más ni menos de sus facultades, como si fueran “sustancias mágicas” que deben provocarnos, sin ninguna intervención nuestra, sensaciones estables de “bienestar”.
Y hablar de "sensaciones estables de bienestar", es hablar de tu "estado de ánimo saludable" que está -sin ninguna duda- bajo tu propia y entera "responsabilidad" y no de la intervención (o impacto) ni de las posibles fluctuaciones de las circunstancias ni de la conducta de alguna otra persona ni, tampoco, de sustancia química -endógena o exógena- alguna.
Recuerda que -salvo excepcionales casos que confirmarían la regla- el “bienestar” o “malestar”; la “felicidad” o “infelicidad” son construidas por nosotros mismos.
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Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
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"Reestructurar el pensamiento es la clave para gestionar las emociones".
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Posteado 14 de marzo 2024.
Publicado en el Diario de Yucatán el 10 de agosto de 2023
Con lo avanzado hasta ahora en lo que al “proceso de construcción de nuestras emociones” se refiere, podemos darnos cuenta, avisados lectores, de que tal proceso de “construcción” y los procesos de “interpretar” o de “reinterpretar” los sucesos cotidianos, ambos forman parte de lo que llamamos “gestión” de emociones”.
Con la idea principal de hacer “consciente lo inconsciente”, hagamos una descripción de los fenómenos que ocurren en nuestro estado interno al activar los procesos de gestión de nuestras emociones.
Vista desde la perspectiva de “construir las emociones”, que hemos estado analizando, el conjunto de procesos que solemos llamar “gestión emocional” se identifica, en muchos casos y momentos, con esos procesos de “interpretación o de reinterpretación” -también se le llama “revaloración”- de los eventos cotidianos, en orden a “construir” emociones doble AA -adaptativas y amigables-.
En otras palabras, las emociones DAG -desadaptativas y agresivas- que podamos experimentar, no pueden ser de ninguna manera “gestionadas”, sino sustituidas por otras nuevas, ya que aquéllas, las construimos -generalmente- sea con elementos -pensamientos- propios sea con elementos -pensamientos- ajenos, pero ambos grupos de elementos -pensamientos- son de naturaleza irracional -y, por tanto, son desadaptativos y agresivos- y lo irracional de ninguna manera puede ser “gestionado” sino sustituido.
Y, precisamente, este proceso y acción de “sustituir” lo “irracional” -pensamientos y emociones DAG- por lo “racional” -pensamientos y emociones AA-, es lo que llamamos “gestión de emociones”.
Luego entonces, el PASO UNO del método -1,2,3 madurez- que es la “restructuración mental adaptativa” (REMA) es la CLAVE para dar el PASO DOS que es, precisamente, gestionar emociones y afectos (GEMA)
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Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
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"Mejora la Calidad de tus intepretaciones y crea puentes, donde había obstáculos".
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Publicado en el Diario de Yucatán el 03 de agosto de 2023.
Hemos ya platicado, con cierta amplitud, que nuestras emociones dependen de lo que tenemos en nuestro interior y no de lo que llega de afuera, pues nosotros mismos las construimos a partir de lo que nuestro cerebro encuentra en lo que llamamos nuestra “alacena interior" y, recordemos, que somos nostros mismos los que decidimos qué se queda y qué desechamos de nuestra "alacena".
Ahora les comparto un detalle de suma importancia.
Seamos observantes y cuidadosos de no estar “interpretando” todo cuanto ocurre en nuestra vida y -en consecuencia- de estar “construyendo” nuestras emociones a partir de nuestras “heridas interiores” (pensamientos irracionales). Este es un error tan grave como común.
Si “interpretamos” cuanto ocurre en nuestra vida a partir de nuestras “heridas internas” y si “construimos” nuestras emociones a partir de tales interpretaciones -con pensamientos de naturaleza irracional- cada uno de nosotros -aquí y ahora- podría asegurar que el resultado serán emociones irracionales “DAG” (desadaptativas y agresivas).
Para ampliar lo anterior, te sugiero que leas -qué ocurre cuando nos dejamos guiar por pensamientos irracionales- que encontrarás al final de la primera parte del libro “Tú Tienes el Poder”, para conocer tres casos clínicos donde presento tres situaciones diferentes de lo que ocurre cuando nos dejamos llevar por “pensamientos irracionales” y, seguidamente, encontrarás cuatro actitudes que se activan o generan cuando nos dejamos llevar por “interpretaciones irracionales” o “superficiales” -tristemente, actuales y vigentes en nuestros días- y qué tipo de emociones y conductas provoca el “construirlas” a partir de irracionales y superficiales creencias.
Por ahora, exhorto a que nos hagamos este planteamiento:
¿Qué ocurre si “construimos” nuestras emociones a partir de nuestras heridas internas?
A continuación les presento tres descripciones -a manera de respuestas descriptivas al planteamiento anterior- basadas en la observación clínica psicológica.
- Eliminamos datos y logros valiosos de nuestra historia personal y de nuestra realidad, como de las personas a las que involucramos en este proceso.
- Generalizamos hechos y circunstancias -comúnmente negativos- creyendo que lo que ocurrió una vez o lo que hizo alguien, lo hará u ocurrirá siempre (etiquetamos personas y circunstancias) distorsionando así la realidad, lo que nos lleva a desechar o desestimar nuevas y magníficas oportunidades.
- Construimos escenarios falsos e irreales -generalmente trágicos- que nos alejan de nuestra realidad y de la verdad tanto propia, como de las personas que involucramos.
Avisados lectores, interpretemos la vida con pensamiento adaptativo y amigable (AA) y tendremos el poder de crear puentes donde antes había obstáculos.
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Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad.
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"Las emociones salen de adentro, no están afuera".
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Nuestras experiencias emocionales serán de mayor calidad, en la misma medida del nivel que tengamos de “autoconocimiento” -entendido como el saber que tengamos de nosotros mismos y del nivel de “autoconciencia” que es la capacidad de reconocer nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos.
En este proceso de construcción, hemos recalcado que el cerebro encuentra en su “alacena” -principalmente- cinco “ingredientes”.
Necesario es que sepamos que la “alacena” se identifica con nuestros tres niveles de conciencia que, según Freud, son el consciente, preconsciente e inconsciente, donde se realizan todos nuestros procesos mentales.
En cuanto a los cinco “ingredientes” de los que echa mano el cerebro al “construir” nuestras emociones, son:
Nuestro “temperamento” descrito como la “predisposición emocional genética” a reaccionar de cierto modo ante todo cuanto ocurre en nuestra vida.
Otro ingrediente importante, es nuestro “carácter” que controla, modifica, corrige y autorregula nuestras acciones y es resultado de nuestra experiencia y trabajo conscientes. En otras palabras, tener mal o buen carácter, depende de nosotros mismos.
Un tercer ingrediente, es nuestra “habilidad de afrontamiento”, necesaria para manejar las situaciones difíciles.
Cuarto ingrediente, “tolerancia a la frustración”, que es la habilidad para “posponer la gratificación” y no hacer berrinche cuando las cosas no son tal y como queremos.
Y el quinto ingrediente es el “manejo de impulsos” que comienza con el manejo y calidad de nuestros pensamientos.
Como podemos observar, nuestras emociones dependen más de lo que tenemos y construimos en nuestro interior y no simplemente de lo que nos llega de afuera.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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Descarga gratis el documento "Una Breve Historia Del Origen De Las Emociones" y conoce más acerca de tus emociones.
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"Conoce la calidad de tus experiencias emocionales".
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Recuerda, mi avisado lector, que estamos platicando acerca del proceso de “construcción de nuestras emociones”.
En charlas anteriores, aprendimos que el primer aspecto para educar y gestionar tus emociones -adecuadamente- tiene dos pasos:
El primero es cuidar la forma en que interpretas lo que pasa en tu vida, es decir, el “valor y sentido” que tú mismo le das a los sucesos cotidianos.
Y el segundo paso es aprender a manejar los “principios y los presupuestos del pensamiento” que te ayudarán a crear “interpretaciones” doble AA -adaptativas y amigables- de todo lo que ocurra en tu vida.
Hoy comenzaremos a platicar del segundo aspecto del proceso de “construcción de nuestras emociones”.
Recuerda que al respecto de este proceso, utilizamos la analogía de la “elaboración de alimentos,” en la que dijimos que el cerebro tendría como una “alacena” donde encontraría todos los “ingredientes” necesarios para su adecuada elaboración.
En la alacena de nuestro cerebro, éste encuentra nuestro tipo temperamento y carácter; encuentra la habilidad que hemos desarrollado para afrontar todas y cada una de nuestras experiencias difíciles o conflictivas; encuentra los niveles de tolerancia a la frustración alcanzados y el manejo de impulsos logrado en nuestro proceso de madurez.
Ahora mismo, con un simple análisis -revisión- de cómo acostumbras “interpretar” -ver- la vida y analizando estos cinco ingredientes con los que tu cerebro construye tus emociones, podrás tener una idea -inicial- de la calidad de tus experiencias emocionales y qué tanto te responsabilizas de ellas.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
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"Aprende a interpretar de manera adaptativa y amigable".
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El primer paso para gestionar y responsabilizarte de una emoción es cuidar la “interpretación” que le das a todo cuanto te ocurre cotidianamente y recordar que dicha “interpretación” -como proceso cognitivo- se rige por los tres principios y por los tres presupuestos del pensamiento.
Conocerlos te ayudará a manejar y cambiar la “interpretación” cuando veas que ésta sea “desadaptativa y agresiva”.
Describo hoy los tres principios del pensamiento: (y quedan pendientes los 3 presupuestos)
- El pensamiento racional -adaptativo y amigable- provoca equilibrio y serenidad. El pensamiento irracional -desadaptativo y agresivo- provoca desequilibrio y conflicto. (Principio de congruencia)
- Todo pensamiento es modificable utilizando el pensamiento alternativo ayudado de técnicas y herramientas adecuadas. (Principio de alternancia)
- Todo pensamiento tiene identidad y unidad consigo mismo. El pensamiento adaptativo no puede ser al mismo tiempo desadaptativo y viceversa. (Principio de consistencia)
El libro “Tú Tienes el Poder,” muestra con claridad que tus conflictos mentales, emocionales y relacionales son provocados por una serie de “interpretaciones irracionales” a todo cuanto te sucede, que no estás acostumbrado a ponerlas en tela de juicio ni a cambiarlas, a veces por temor, a veces por no saber cómo hacerlo.
Cuando sientes malestar o conflicto significa que algo que te ocurrió lo estás interpretando de manera “desadaptativa y agresiva” (principios de congruencia y consistencia)
En este caso, echa mano del principio de “alternancia,” y con el “pensamiento alternativo”, utilizando técnicas y herramientas adecuadas (que puedo enseñarte), podrás reestructurar y cambiar tu “interpretación” DAG -desadaptativa y agresiva- por una doble AA, “adaptativa y amigable”.
Este será el principio del final de tus malestares mentales, emocionales y relacionales, te lo garantizo.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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"Responsabilízate de la emociones que construyes".
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En nuestra charla anterior, terminamos diciendo que si durante el proceso de “construcción de nuestras emociones”, se “activa” el modo “reactivo”, puede desarrollarse la llamada “ceguera emocional”, que puede llegar -incluso- a ser un desorden neurológico conocido como “alexitimia”; que podríamos definirlo como un déficit “comunicativo emocional,” asociado directamente con el pensamiento operacional, una alta impulsividad y abundantes sensaciones corporales, lo que inhibe nuestra capacidad de reconocer o identificar nuestras propias emociones y de verbalizarlas o expresarlas, por lo que somos incapaces de manejarlas y gestionarlas adecuadamente.
En la gran mayoría de los casos de “ceguera emocional” -salvo en las excepciones de ley- la persona permanece siendo responsable del “antes, durante y después” en todo el contexto en el que se desenvuelve el proceso de “construcción de nuestras emociones”.
Es de suma importancia subrayar que el riesgoso “modo reactivo”, somos nosotros mismos quienes solemos “activarlo” -a veces de manera muy intensa y recurrente- al pretender minimizar, negar o reprimir las emociones que estamos experimentando en un momento dado, centrando nuestra atención más en las personas involucradas y en las circunstancias en las que se desenvuelve cada evento precipitante que en las emociones por las que estamos transitando en dicho evento.
Y que no nos quede duda, el primer signo claro de una adecuada educación y gestión de nuestras emociones es sabernos y hacernos únicos responsables de todas y cada una de nuestras emociones y sus consecuencias.
Las emociones es algo que tú mismo construyes, responsabilízate de ellas.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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"Ingredientes que utiliza el 'cerebro' para 'construir' tus emociones".
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La primera pregunta clave -queridos amigos- que nos haremos respecto a nuestras emociones es “cómo se construyen, y no dónde se construyen.”
Y una pregunta más directa sería, cómo “construye” el cerebro un caso -por ejemplo- de miedo.
Si en el caso de la “construcción” de nuestras emociones utilizamos la analogía de la “elaboración de alimentos,” el cerebro tendría como una alacena donde encontraría todos los ingredientes necesarios para su adecuada elaboración.
Volviendo a la pregunta de cómo construiría el cerebro un caso de “miedo,” diríamos entonces que el cerebro encontraría en su “alacena” todos los “ingredientes” básicos para elaborar tal “experiencia emocional de miedo” como, por ejemplo, el tipo de temperamento y de carácter del sujeto, así como su bagaje de experiencias difíciles o conflictivas y el historial de su habilidad para afrontarlas y resolverlas exitosamente; otro ingrediente importante sería el nivel de tolerancia a la frustración y manejo de impulsos del sujeto.
Es importante mencionar, que el cerebro también utiliza, como ingrediente básico, el estado interno del sujeto en el momento mismo de construir tal experiencia emocional.
Con estos ingredientes mencionados y otros varios, el cerebro “construye un caso de miedo” con intensidad y recurrencia tan variadas, como variados son todos y cada uno de esos ingredientes utilizados para su adecuada “construcción.”
Lo anterior, entre otras muchas cosas, significaría, que todos podemos ir mejorando la calidad de nuestras “experiencias emocionales” si trabajamos y mejoramos la calidad de cada uno de los “ingredientes” que nuestro cerebro utiliza para construirlas.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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"Interpreta tu vida de manera adaptativa y amigable".
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Publicado en el Diario de Yucatán jueves 11 de mayo de 2023.
No somos receptores pasivos de estímulos externos ni de estímulos internos provenientes de nuestra memoria; somos constructores activos de nuestras emociones.
¿Cómo ocurriría este proceso constructivo?
A partir de inputs sensoriales o de experiencias pasadas -inputs internos- el cerebro “construye significado” de acuerdo con la “interpretación” que asignemos a cada evento vivido.
Esto significa que, si la “interpretación” que asignamos al evento que nos ocurre en un momento dado, es “adaptativa y amigable,” las reacciones emocionales, sentimientos y conductas serán de esa misma naturaleza; por lo contrario, si la “interpretación” asignada a tal evento es “desadaptativa y agresiva,” desde las reacciones emocionales hasta las conductas serán de naturaleza hostil y desadaptativa a la realidad.
La gestión de nuestras emociones debe correr en dos líneas paralelas.
La primera es el significado o interpretación amigable o agresiva que hemos asignado a todas y a cada una de nuestras experiencias pasadas y que guardamos en nuestro inconsciente; y la segunda línea es la del “aquí y ahora” de cada evento que nos ocurre que es, precisamente, donde asignamos la “interpretación” a cada evento ocurrido.
La “teoría de la emoción construida” nos recuerda que podemos revisar de qué forma hemos “interpretado” algún evento en particular, y si nos damos cuenta de que esa forma es “desadaptativa y agresiva,” estamos facultados para “reinterpretar” lo ocurrido -no en orden a cambiar lo ocurrido- sino en orden de “construir emociones” adaptativas y amigables que nos ayuden a afrontar de manera exitosa tal evento.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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"Construye tus propias emociones".
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Publicado en el Diario de Yucatán jueves 04 de mayo de 2023.
A manera de resumen -de lo expuesto hasta ahora- digamos que la mayoría de las “teorías sobre las emociones,” encabezadas por la “visión clásica,” las definen como reacciones subjetivas a estímulos ambientales de naturaleza fisiológica, conductual y hormonal, las cuales aparecen de manera repentina y, a veces, brusca, por lo que aseguran que nuestras emociones están biológicamente determinadas.
Sin embargo, hemos expuesto también resultados de investigaciones neurocientíficas, los cuales demuestran que las emociones no son ni naturales ni universales, sino que son creadas por cada uno de nosotros con nuestro propio “consentimiento; y en la medida de que tal consentimiento lo demos de manera más “consciente y libre,” en esa misma medida, seremos responsables y dueños -constructores- de nuestras emociones y afectos.
Esta teoría “constructiva de la emoción” integra tres elementos: la construcción “social” que se refiere a cómo se ve el mundo a través de la cultura propia; la construcción “psíquica” referente a los procesos mentales como la percepción e interpretación operados por el cerebro y la “neuro construcción” basada en la idea de que es la experiencia del sujeto la que “conduce o cablea” lo social y lo psíquico en la construcción de la emoción.
La “teoría de la emoción construida,” nos entrega el manejo y la responsabilidad de las emociones, lo cual tiene importantes consecuencias, por citar un ejemplo, que no somos animales “reactivos ante los estímulos,” sino que podemos decidir y construir nuestras emociones.
“Somos los arquitectos de nuestra experiencia emocional.”
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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"Puntos de vista distintos respecto al origen de las emociones".
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Publicado en el Diario de Yucatán jueves 27 de abril de 2023.
Les recuerdo, mis avisados lectores, que nuestro propósito principal es saber dónde y cómo surgen nuestras emociones.
En cuanto al "dónde surgen", ya sabemos que es el cerebro el que provoca -produce- todas las emociones, y hemos presentado y analizado diversos estudios que buscan ubicar alguna región cerebral a la que corresponda provocar -o producir- una emoción en específico; y de ser así, cada tipo de emoción o categoría emocional -miedo, enojo, alegría, tristeza- sería producida por una región cerebral específica. Que es -precisamente- lo que explica la “visión clásica” de la emoción.
Sin embargo, hemos compartido los resultados de las dos últimas décadas de investigación neurocientífica que nos dicen que no hay datos suficientes para relacionar alguna región cerebral con alguna emoción en específico.
Recuerda que según la “visión clásica,” lo que sucede en el mundo exterior suscita “reacciones emocionales” en nuestro interior y utilizando esa información, el cerebro provoca las emociones desde una zona específica según sea el tipo de emoción o categoría emocional.
En cambio, la teoría de la “emoción construida” ofrece explicación diferente: el cerebro construye de una manera interna todo lo que experimentamos, utilizando dos elementos que solemos desconocer -y describiremos más adelante- tales son la “simulación” y la “degeneración,” y tiene lugar en todo el cerebro al mismo tiempo y no en una región cerebral específica.
En resumen, según la “visión clásica” la emoción es provocada por elementos externos, según la otra teoría la “emoción es construida” por el cerebro desde dentro y con elementos internos.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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"El enfoque emocional de la mujer y del hombre es diferente."
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Diario de Yucatán jueves 20 de abril de 2023.
La percepción y reacción emocional ante el peligro inminente de personas con la “amígdala cerebral” lesionada —casi destruida— hacen difícil seguir afirmando que ésta sea el centro cerebral del miedo.
Se han estudiado otras categorías o tipos de emoción —además del miedo— en pacientes con lesión en la amígdala, presentando percepciones y reacciones emocionales observables y variadas, lo que nos puede llevar a concluir que tanto la “amígdala” —en el caso del miedo— como otras regiones cerebrales —en el caso de otras categorías emocionales— son importantes para la percepción de las emociones, pero no en todos los casos son suficientes para sentirse observablemente emocionado.
Al respecto, la doctora Feldman observó en su laboratorio algo interesante.
Enseñó a mujeres y a hombres fotografías de personas saltando en paracaídas y de cuerpos ensangrentados y las reacciones de las mujeres estaban centradas en la “ínsula agranular anterior”, que es la región de la corteza cerebral que recibe impulsos nerviosos olfativos; mientras que los hombres —ante las mismas fotografías— parecían estar más centrados en la corteza visual, relacionada con sensaciones de excitación provocadas por información procedente de las retinas, prácticamente información visual.
De alguna manera —y después de lo encontrado por la doctora Feldman— podríamos decir, por una parte, que la excitación emocional femenina está basada en estímulos y enfoques internos y la masculina en estímulos y enfoques externos, y, por otra, que cada parte del cerebro puede desempeñar más de una función respecto a las percepciones y reacciones emocionales.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
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"La amígdala cerebral y su relación con el miedo."
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Diario de Yucatán jueves 13 de abril de 2023.
Por muchos años los científicos se han preocupado por relacionar cada emoción con un área específica del cerebro.
El miedo, por ejemplo, se ha relacionado con la “amígdala cerebral” desde que Klüver y Bucy se la extirparon a unos macacos y, a partir de eso, dichos monos se acercaban sin ningún tipo de cautela a objetos o animales que normalmente les provocaban miedo, atribuyendo esta conducta -la “ausencia de miedo”- a la ausencia de la “amígdala."
La investigación con humanos ha sido con personas con la amígdala lesionada, observando reacciones y conductas ante peligros inminentes. En este sentido, el caso conocido como “SM” ha sido el más divulgado y estudiado.
Se trata de una mujer con una enfermedad genética —Urbach-Wiethe— la cual desde la infancia va destruyendo poco a poco la amígdala cerebral de quien la padece.
La salud mental y la inteligencia de “SM” eran normales, aunque sus reacciones ante la percepción de peligro eran diferentes a las de los demás.
En general, “SM” parecía no sentir miedo frente al peligro y a partir de esto los científicos concluyeron que una “amígdala que funcione adecuadamente es el centro cerebral del miedo.”
Sin embargo, al continuar la investigación, dos cosas ocurrieron.
La primera es que se dieron cuenta de que “SM” podía percibir miedo ante ciertas posturas corporales y voces amenazantes.
La segunda es que “SM” entró en pánico al faltarle la cantidad necesaria y habitual de oxígeno, esto significaba que podía sentir miedo en ciertas circunstancias, aunque sus amígdalas estuvieran casi destruidas.
Tras estos dos eventos, ¿podríamos seguir afirmando que la amígdala es el centro cerebral del miedo?
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
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"Lo común es que haya diversidad."
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Diario de Yucatán, jueves 06 de abril de 2023
La forma tan diferente que hemos visto de reaccionar ante estímulos agresivos no significa que nuestras emociones sean ilusorias o que las reacciones de nuestro sistema nervioso autónomo sean aleatorias.
Es importante subrayar que esta forma tan diferente de reaccionar ante el mismo tipo de estímulo significa que un mismo tipo de emoción —enojo o tristeza, por ejemplo— puede provocar respuestas o reacciones autonómicas —del sistema nervioso autónomo— hormonales y conductuales diferentes en personas, tiempos y contextos diferentes. Analízalo.
Respecto a esta reacción emocional ante los estímulos, los más de 22 mil sujetos experimentales refirieron sentir, por ejemplo, tristeza con reacciones corporales muy diversas y observables, por lo que podemos decir que lo más común es la diversidad y no la uniformidad.
Al considerar cada “categoría emocional” en toda su diversidad, estamos aplicando un concepto habitual en biología conocido como “pensamiento poblacional” que fue introducido por Charles Darwin.
Aplicando este concepto de “pensamiento poblacional” arriba mencionado, una “categoría emocional” significa que una emoción —enojo, por ejemplo— no es “una cosa simple” sino que posee una amplia gama de variaciones, de manera semejante a que una especie animal es una población de miembros diferentes que varían unos de otros aun siendo de la misma especie. Entonces, de la misma manera, en la categoría emocional del “enojo” hay una amplia gama de tipos de enojo pertenecientes a la misma categoría emocional.
De esa forma, el concepto “pensamiento poblacional” se relaciona directamente con la “teoría evolutiva de la emoción” que conoceremos más adelante.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
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"Cuando las Emociones reaccionan."
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Diario de Yucatán, jueves 30 de marzo de 2023.
En relación con las emociones y las reacciones del sistema nervioso autónomo, se han revisado más de 220 estudios con casi 22 mil sujetos experimentales. En ninguno de estos estudios hallaron huellas dactilares constantes relacionadas con emociones específicas en el cuerpo porque —como afirma la doctora Feldman— “la orquesta de nuestros órganos corporales puede tocar sinfonías diferentes en cada persona durante las emociones”.
Hubo otra prueba con resultados interesantes, les comenté.
En ella, se les pidió a los participantes hablar sobre algún tema polémico, como el aborto o la religión. Mientras los participantes desarrollaban el tema, el experimentador se burlaba de ellos y los humillaba públicamente.
¿Qué pasaba con los sujetos? Algunos se pusieron furiosos y otros, incluso, lloraron; otros callaron y otros, simplemente, se retiraron del lugar.
Los que se enojaron y los que se pusieron tristes tuvieron pautas fisiológicas corporales diferentes debido a lo que afirman los fisiólogos, al decir que incluso leves cambios en la postura corporal pueden alterar por completo la reacción fisiológica y la intensidad de la experiencia emocional.
Ahora, fijémonos en los que callaron y en los que se retiraron del lugar. Ninguno experimentó cambios fisiológicos importantes y, consecuentemente, tampoco enojo y tristeza intensos. ¿A qué obedecerá esta esencial diferencia?
De qué depende que -ante el mismo tipo de agresivos estímulos- unos experimenten ira y tristeza intensas hasta los gritos y otros no.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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"El impacto de las facciones fingidas."
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Diario de Yucatán jueves 23 de marzo de 2023.
Paul Ekman, Robert Levenson y Wallace Friesen realizaron un interesante estudio publicado en 1983 en la revista “Science”.
Durante el estudio pedían a los participantes que, por ejemplo, mantuvieran bajas las comisuras de los labios por diez segundos como si estuvieran tristes; a otros les pedían que fruncieran el ceño como si estuvieran enojados. Mientras mantenían el gesto en sus rostros, podían usar un espejo y el mismo Ekman les pedía mover ciertos músculos faciales.
La hipótesis por comprobar era que una “expresión facial fingida” es capaz de provocar una emoción; tal hipótesis es conocida como “feedback facial.”
Según esta conjetura, adoptar —fingir— una “expresión facial específica” relacionada, por ejemplo, con la tristeza provoca cambios fisiológicos concretos asociados a esa emoción.
¿Qué ocurriría?, pregunté a mis oyentes, ¿si bajas las comisuras de tus labios por diez segundos o si frunces el ceño como si estuvieras iracundo durante un lapso semejante? ¿Te sentirías triste o enojado?
La hipótesis del “feedback facial” dice que así sería, sin embargo es muy polémica; hay grandes desacuerdos sobre si es o no factible provocar de esta manera una verdadera experiencia emocional.
Ahora, ¿Cuáles fueron los resultados en el estudio de Ekman? Sí se observaron cambios corporales en los sujetos al “fingir expresiones faciales”.
La temperatura corporal se elevaba cuando fruncían el ceño y al mantener bajas las comisuras de los labios sentían opresión en el pecho. Esto es un gran descubrimiento, les comenté a mis oyentes.
De alguna manera, ¿significaría esto que podemos manipular nuestras emociones? pregunté al auditorio.
Y la pregunta quedó en el aire...
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"Las emociones están sujetas a estereotipos."
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Diario de Yucatán jueves 16 de marzo de 2023.
El “miedo” no tiene una sola reacción y expresión facial, sino una “diversa gama de movimientos y reacciones” que suelen cambiar de una situación a otra.
Cuando experimentamos “miedo” podríamos mover el rostro de diversas maneras. Por ejemplo, cuando vemos un programa de miedo, podemos cerrar los ojos. Cuando sentimos un peligro inminente tal vez abramos más los ojos para agudizar la visión o tal vez simplemente huyamos del lugar. En fin, el “miedo” tiene una variada gama de expresiones y reacciones físicas.
Lo mismo sucede con otras emociones básicas —como la alegría, tristeza y enojo— que también tienen diversas expresiones y reacciones físicas. Si las reacciones físicas varían tanto en una sola emoción como el “miedo”, ¿por qué creemos que cada emoción tiene expresiones propias, únicas y universales?
La respuesta es que esa "creencia" es un “estereotipo”, un símbolo creado por nuestra cultura que ciertas reacciones específicas, encajan con la emoción del “miedo” y hace lo propio con cada una de las otras tres emociones básicas.
Desde niños nos enseñan que ceño fruncido es enojo y rostro compungido, tristeza, y lo vemos en programas y películas; los padres lo enseñan a sus hijos, los maestros a sus alumnos y los medios de comunicación lo difunden a todo público.
¿Esto significaría -preguntó uno de los oyentes- que la manera en que he visto, manejado y expresado mis emociones son estereotipos culturales?
Sí, contesté.
¿Entonces existen otras formas más adaptativas y amigables -incluso libres de estereotipos- para expresar el miedo, la alegría, la tristeza y el enojo? Preguntaron de nuevo.
Sí, exactamente, eso es lo que estoy diciendo.
Hasta la próxima entrega, Dios mediante.
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"El rostro no habla por sí solo."
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Diario de Yucatán jueves 09 de marzo de 2023.
Los psicólogos que trabajamos con las emociones humanas —siguiendo la “teoría clásica”— suponíamos que a cada emoción correspondían reacciones características, a manera de “huellas dactilares”, como las que imprimen nuestros dedos al tocar un objeto, las cuales pueden identificarnos claramente.
La “teoría clásica” supone que la “huella dactilar” de una emoción es bastante similar de una persona a otra independientemente de la edad, sexo o cultura.
Nuestro rostro, según esta teoría, es clave para identificar emociones con precisión. Este principio es tomado del libro de Darwin: “Expresión de las emociones en el hombre y en los animales”. Darwin afirma que “las personas, en todo el mundo, manifiestan y reconocen las expresiones faciales de las emociones sin ningún entrenamiento previo”.
Al trabajar el programa GEMA (gestión de emociones y afectos) pensé que podría aplicar este principio y leer los movimientos y huellas faciales de mi cliente que decía estar experimentando “angustia intensa”. Sin embargo, en algunos casos no mostraba movimientos ni huellas faciales “asignadas a la angustia”.
Luego entonces, podríamos concluir que tal principio darwiniano no resulta suficiente para conocer el verdadero estado emocional de las personas.
Cuando se trata de emociones, parece ser que el rostro no habla por sí solo y parece no haber reacciones —ni del sistema nervioso autónomo ni hormonales ni conductuales— propias de cada emoción. Entonces, ¿de qué manera conocer la emoción y el estado interno de la persona emocionada?
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"Teoría de la emoción construida."
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Diario de Yucatán jueves 02 de marzo de 2023.
La psicóloga y neurocientífica Lisa Feldman Barret afirma creer —y me sumo a su creencia— que “nos hallamos en medio de una revolución científica en nuestra manera de ver y comprender las emociones”.
Tal revolución debe llevar a replantearnos principios básicos tanto de la ciencia como de la práctica médica y psicológica referentes —por una parte— a los criterios de diagnóstico, tratamiento y pronóstico de enfermedades mentales y físicas, y —por la otra— a situaciones tan cercanas —inclusive íntimas— como la manera de ver y entablar las relaciones interpersonales entre padres, hijos, hermanos, parejas, amigos y, a fin de cuentas, enriquecer la visión y el concepto que tenemos de nosotros mismos y de los demás.
A lo largo de la historia las revoluciones y avances de las ciencias —afirma la neurocientífica— han surgido al plantearse y responder a preguntas diferentes a las que se hacían antes.
Buenas preguntas y bien planteadas acerca de cómo se construyen en realidad las emociones, nos darían la pauta necesaria para justificar la necesidad de llegar a la verdad acerca de la “teoría de la emoción construida.”
Las implicaciones prácticas que tendría en nuestra vida cotidiana esta nueva “teoría de las emociones” se refieren directamente, por ejemplo, a la salud física y mental, así como a los cambios sustanciales respecto al concepto y manejo de nuestro sentido de responsabilidad ante nuestras propias emociones como fuente de nuestro bienestar integral.
En conclusión, la “teoría de la emoción construida” —basada en la neurociencia— nos iría develando el verdadero papel y el beneficioso poder de las emociones en todos los ámbitos de la vida humana.
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"Hay que leer bien las emociones."
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Diario de Yucatán, jueves 23 de febrero de 2023.
A pesar de la poca atención que le damos a las emociones, de que no hace mucho -finales de los 80, principios de los 90- fueron incluidas a la ciencia psicológica, incluso de la subvaloración que hacemos de ellas al compararlas con la razón, a fin de cuentas, es la “emoción humana” la que termina influyendo de manera importante en la conducta de la persona, pareja, familia y sociedad.
Por eso es tan importante, les comenté a los abuelos, que la “teoría de la emoción” que manejemos sea la correcta.
Pongamos dos ejemplos que iluminan lo que ocurre con la "lectura de las emociones" de acuerdo a la "teoría" que se maneje:
Harry Triandis, profesor de Psicología de la Universidad de Illinois, manifestó que la “visión clásica de las emociones” pudo haber influido en la Guerra del Golfo en Iraq, cuando el hermanastro de Sadam Hussein creyó “leer” e “interpretar” que los negociadores estadounidenses en la mesa de diálogo, no hablaban en serio al decir que atacarían.
La guerra estalló y esa mala “lectura e interpretación de emociones” costó 175 mil vidas entre civiles y militares iraquíes.
Según el Instituto Nacional de Salud Pública, en México la principal causa de muerte en mujeres mayores de 65 años se debe a enfermedades del corazón.
Imaginemos —por ejemplo— que una persona siente opresión en el pecho y dificultad de respirar, síntomas que pueden indicar infarto de miocardio.
Si es mujer, lo más probable es que se le diagnostique "ansiedad" y se la envíe a casa; si es hombre, lo más probable es que se le diagnostique una "cardiopatía" y se le indique tratamiento preventivo.
¿Te das cuanta de lo que puede ocurrir por una “lectura de las emociones equivocada”?
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"¿Eres responsable ante la emoción?"
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Diario de Yucatán jueves 16 de febrero 2023
“¿Somos responsables de nuestros actos ante las emociones?”, pregunté a los abuelos. La “visión clásica”, comenté, responde a su forma a este profundo interrogante.
A manera de respuesta, bástenos por ahora con decir que si cada emoción tiene su “huella dactilar” —como afirma la visión clásica— es poco probable que podamos cambiar o manejar tal huella de acuerdo con nuestra voluntad o libre albedrío.
Tal vez en esta noción se basa el concepto de “imputabilidad disminuida” de la “teoría psicológica del delito”, aplicable en caso de actuar bajo el imperio de una “emoción intensa y violenta”; teoría, por cierto, muy conveniente para quien no gusta de responsabilizarse de sus exabruptos.
La teoría de la “emoción construida” —que describí en la charla pasada— responde a este mismo interrogante de otra manera.
Es una teoría diferente que nos ayuda a ver a la persona humana desde otra perspectiva, la cual resalta la responsabilidad y la libertad del individuo ante sus emociones. La “teoría de la emoción construida” no encaja con el “modo clásico” en que solemos sentirnos responsables de nuestras emociones que, más que “detonadas”, son “construidas” —de manera activa— por nosotros mismos.
Esta teoría podría contradecir creencias y convicciones añejas y fuertemente arraigadas por la visión clásica acerca del binomio “estímulo-reacción”, en medio del cual se sitúa la responsabilidad de nuestra conducta.
En medio de este “binomio” está la clave para entender el “cambio estructural” que propone la “teoría de la emoción construida”.
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"Desarrollemos la inteligencia del corazón."
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Escuchar sin prejuicios es expresión de tu Salud Mental.
Una técnica para saber escuchar se denomina “atención flotante”, término del psicoanálisis creado por Sigmund Freud.
Esta técnica consiste en escuchar a tu interlocutor sin privilegiar ninguna palabra o tema del que te esté platicando, con la finalidad de que la persona al hablar pueda asociar libremente sus ideas.
Como decía el mismo Freud, “no debes otorgar una importancia particular a nada de lo que oyes y conviene que le prestes a todo, la misma atención flotante.”
La formuló explícitamente así: “La atención flotante supone que cuando escuches, suprimas momentáneamente tus prejuicios conscientes y tus defensas inconscientes.”
Esta técnica exige conocimiento, entrenamiento y concentración de tu parte.
Para aplicarla adecuadamente debes permanecer neutral en tres sentidos: en cuanto a los valores religiosos, morales y sociales de tu interlocutor para evitar aprobar, rechazar o dar consejos.
Neutral respecto a las manifestaciones transferenciales de tu interlocutor, es decir, manifestaciones agresivas o afectivas que suelen afectar tu entendimiento y capacidad de permanecer neutral, a fin de entender objetiva y claramente lo que pretende comunicarte.
Por último, neutral en cuanto a todo lo que estás escuchando, es decir, no conceder importancia preferente a ninguna expresión verbal o no verbal de tu interlocutor por el hecho de coincidir o no con tus propias creencias o convicciones, ya que cuando apruebas o rechazas alguna parte del discurso, tu capacidad de escucha disminuye o simplemente se bloquea.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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El miedo y la inseguridad se abrazan y se vuelven agresivos contra nuestra Salud Mental.
¿A qué te enfrentas al sentirte inseguro?
Un posible escenario que enfrentas al sentirte inseguro es el sentimiento del miedo o del temor.
No hablo del miedo como instinto saludable que te previene y aleja del peligro. Hablo del miedo imaginario y latente que va contaminando tu personalidad entera, hasta convertirse en tu estado de ánimo habitual.
Hay seis miedos básicos que experimentamos todas las personas y que pueden convertirse en fantasmas muy agresivos que pueden atacarte:
- El miedo a la soledad.
- El miedo al rechazo.
- El miedo a la pobreza.
- El miedo a la enfermedad.
- El miedo a la vejez.
- El miedo a la muerte.
(si con alguno o varios de estos seis MIEDOS has tenido dificultad para manejarlo, con confianza envíame mensaje y platicamos al respecto)
¿Cómo podemos describir el miedo?
El miedo o temor está bien definido por la psicología.
Es un estado de tu mente que paraliza tu razonamiento y destruye tu imaginación; elimina tu entusiasmo y la confianza en ti mismo; reduce tu fuerza de voluntad a cero; subestima tus capacidades, te invita al fracaso y te conduce al insomnio, a la miseria emocional y a la infelicidad total.
¿Qué podemos hacer ante el miedo o temor imaginarios?
La buena noticia es que puedes controlarlo e incluso eliminarlo.
Para comenzar, analiza y realiza estas tres acciones para trabajar la auto motivación:
1. Analiza las circunstancias de tu vida.
Qué tan desocupado y desmotivado has decidido estar. Cuando te levantas por la mañana, no teniendo ninguna motivación para hacerlo, eres presa fácil de todo tipo de pensamiento negativo y miedo imaginario.
2. Analiza a las personas que están a tu alrededor.
Quiénes te estimulan más y convive más tiempo con ellas.
Quiénes te desaniman más y convive con ellas lo menos posible.
Recuerda que el pensamiento negativo, es el virus más
agresivo y contagioso que existe.
3. De lo único de lo que puedes tener algún control, es de tus pensamientos
Llénate de pensamientos adaptativos y amigables (positivos) y podrás controlar el fantasma del miedo, cualquiera que sea su forma u origen.
Aprende a pensar adaptativamente de las personas positivas que están a tu alrededor.
¡Motivate a ti mismo con pensamientos adaptativos y saludables!
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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La FELICIDAD depende más de la salud MENTAL que de la del CUERPO...
El buen estado físico no es sinónimo de SER FELIZ.
Una buena actitud ante la vida y sus circunstancias, es garantía de sentirse feliz y bien acompañado.
¿De qué depende la felicidad?
Ser feliz depende más de la Salud Mental
-actitud positiva- que de la salud física que se tenga, señala un estudio realizado por la Universidad de California en San Diego.
- Se examinó a 500 voluntarios de edades comprendidas entre los 45 (adultos maduros) y 98 años (adultos mayores); con la particularidad que estaban padeciendo o habían padecido diversas enfermedades, como cáncer, fallos cardíacos, diabetes, problemas cognitivos u otro tipo de disfunciones propias de la adultez madura y de la vejez.
- A los participantes en el estudio se les pidió que evaluaran la calidad de su edad madura y vejez en una escala del 1-10, siendo 10 el mayor grado de calidad de vida y de la vejez.
Algunos datos.
- Menos del 10% de los entrevistados asociaron su calidad de vida y vejez con su estado de salud corporal. Más del 90% la asociaron con su buen ánimo.
- Lo más sorprendente de los resultados obtenidos, fue que los voluntarios que se mostraron más optimistas -aquellos que dieron señales más claras de ser felices en su adultez madura y vejez- no fueron los que tenían -de hecho- una mejor salud física.
Conclusiones.
- El buen estado físico no es sinónimo de calidad de vida y felicidad.
- Por el contrario, con una buena actitud ante la vida y sus circunstancias, es más probable vivir feliz sin importar la edad y sus circunstancias.
- La preocupación de las personas durante su adultez madura y vejez, no debe centrarse sólo en el estado de salud física o corporal, sino en su Salud Mental, es decir, cuidar y cultivar actitudes positivas ante la vida, ya que éstas suelen provocar mejores sensaciones de bienestar en la adultez madura y en la vejez.
Recomendaciones.
- Dedica tiempo cada día para socializar con tus hijos, nietos (si ya los tienes) y amigos. Ésto, te provocará la experiencia de estar feliz y bien acompañado.
-Haz ejercicio, lee o participa en todas las actividades de ocio posibles, te provocará un nivel de satisfacción -mental y corporal- más alto y estable sin importar demasiado tu estado de salud física.
La felicidad nos es tema físico, tiene base mental.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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La espiritualidad y la vida interior, son fuentes inagotables de Salud Mental...
Una vez me preguntaron que si la espiritualidad y la vida interior
se heredan o se aprenden.
En cuanto a la espiritualidad, contesté, en lugar de decir que se hereda, sería mejor decir que 'somos espirituales' -por naturaleza- desde el seno materno.
Y en cuanto a la vida interior, lo mejor sería decir que -desde pequeños- podemos aprender a 'cultivarla'.
La espiritualidad y la vida interior, son fuentes inagotables de salud mental.
A lo largo de nuestra vida debemos priorizar la atención y cuidado de este aspecto de nuestra salud.
Podemos decir que la salud mental, es un rasgo importante de nuestra salud espiritual e, incluso, física.
Con la intención de describir qué es la salud mental, resaltemos tres elementos con los que puedes, por una parte, entender su significado y, por otra, medir la calidad de tu propia salud mental y, por tanto, espiritual.
Te invito a hacer una sencilla y rápida prueba de salud mental.
Ahí donde estés en este momento, puedes realizarla y autoaplicartela.
Sigue estos sencillos pasos.
Instrucciones para la prueba:
Responde a estas tres preguntas de la prueba, sin pensarlo mucho.
Debes coincidir o no, de manera espontánea con estas tres afirmaciones.
¿Listo? Adelante...
Primera afirmación: Me siento bien conmigo mismo y con mi forma de vida.
Segunda afirmación: Conozco y acepto mis competencias e incompetencias.
Trabajo a diario para ser mejor persona.
Tercera afirmación: Afronto con éxito las tensiones normales de la vida cotidiana.
Si coincidiste de manera espontánea con las tres afirmaciones:
¡Felicidades! Significa que tienes una salud mental de buena calidad y tu salud espiritual, seguramente va bien.
Sigue trabajando cuidadosa y positivamente en ella: ¡No la descuides!
Quienes no coincidimos de manera espontánea con las tres afirmaciones anteriores o tuvimos duda en coincidir con alguna de ellas, significa que debemos estar más atentos y trabajar más con nuestra salud mental.
Sobre todo en el punto con el que no coincidimos o tenemos sinceras dudas en coincidir.
Es muy importante aclarar, que el hecho que tengamos la necesidad de trabajar más en nuestra salud mental, no significa, necesariamente, que tengamos algún trastorno de la conducta, que es algo completamente diferente.
La salud mental es algo en lo que todos -sin excepción- debemos estar atentos y trabajar para mejorarla todos los días de nuestra vida.
En conclusión, tu salud mental tiene que ver con el estado de bienestar que experimentas cada día y a cada momento, por el simple hecho de estar vivo.
Y recuerda que la espiritualidad y la vida interior son seguras y extraordinarias fuentes de salud mental.
Antonio Alonzo Ruiz, Tutor de Salud Mental y Espiritualidad para adultos.
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